El transporte está considerado como la parte menos importante del tratamiento de combustible, ya que en esa fase el valor del combustible no aumenta. Nosotros nos lo tomamos muy en serio porque en esta fase hay muchas cosas que podrían ir mal. Todos las descargas /transferencias y obviamente también el desgaste, podrían causar que el material se atasque o quede apilado, provocando de esta manera paradas e interrupciones costosas.
La clave es conocer los diferentes tipos de combustibles y las condiciones medioambientales desde el principio hasta el fin. Esos factores son los que parcialmente determinan si se deben instalar transportadores por banda, de cadena, tornillo sinfín, tubulares o si el especio es un problema, de cangilones. La idea principal es minimizar el consumo eléctrico y los costes de mantenimiento y maximizar la vida útil.